
Un vino tremendamente especial, ya que no es fácil encontrar joyas como esta. La capacidad de envejecimiento de la Riesling es bien conocida por los winelovers pero esta creación de Gunther Steinmetz es otro nivel. Con más de 25 años de vida, este blanco se encuenta en su mejor momento de consumo y aún le auguramos una gran vida por delante.