
Este vino procede de una viña centenaria de Garnacha plantada en 1962 en San Martín de Unx, situada en una terraza enclavada en la montaña, que aporta un microclima y terroir únicos. Estos suelos, formados por arenas compactadas con cemento calcáreo, ofrecen buen
drenaje y limitan el vigor de las vides, favoreciendo una concentración de aromas y sabores en las uvas.