Este blanco puro y cristalino provoca los reflejos del sol. Fresco, tónico, sugiere nuevas aventuras, combinando mineralidad y promesas de dulzura. El marco es tenso pero el aromático envolvente. Encontramos frutas frescas, delicadamente realzadas con flores blancas y azahar, casi melosas, que funden las sensaciones en boca. El final, salino, concluye una magnífica cata.